Para producir bioetanol, por ejemplo, es necesario utilizar grandes cantidades de energía destinada al transporte de esos cultivos y al cuidado de la tierra. “Si obtienes esa energía de combustibles fósiles, acabas emitiendo más CO2 de lo que emitirías simplemente usando gasolina del coche", afirmó Harmut Michel, premio Nobel en Química, en una entrevista concedida al diario español El País.
Ahora, el principal problema para estas empresas productoras de "biopetróleo", es localizar cuáles son las especies con mayor densidad de aceite y las que producen más cantidad de combustible.
"Existen unas 40 mil especies registradas de algas, pero pueden existir unas cien mil. El problema es que no es tan fácil cultivar algas, y tener acceso al proceso", explica el presidente de Bio Fuel-System.
Otra de las grandes dificultades es que las algas contienen una gran cantidad de agua, lo que implica dificultades para su mantenimiento, transporte y manipulación. Lo cierto es que "en los océanos se encuentra la mayor biomasa del mundo" y allí se encuentran las algas, un petróleo ecológico que -según sus defensores- podría ser capaz de sustituir al petróleo fósil.
En el proceso desarrollado por la Donlar Corporation (Esquema 2), el TPA se produce primero por calentamiento del ácido aspártico a temperaturas por encima de los 180 °C para dar lugar a la polisuccinamida. Esta reacción es un paso de la polimerización, con eliminación de agua como único subproducto. Mediante el uso de catalizadores se pueden emplear temperaturas inferiores y tiempos más cortos de reacción. El rendimiento de producción de la polisuccinimida es ~ 97%.
El segundo paso del proceso utiliza una disolución acuosa de hidróxido sódico a 60 °C para transformar la polisuccinamida en poliaspartato. Debido a que el anillo puede abrirse de dos formas, se observan dos tipos de enlaces en el polímero, un enlace-a y un enlace-b.
Esquema 2. Síntesis del poliaspartato térmico
No tiene tubo de escape, así que es un coche cero emisiones CO2. Las baterías se recargan no sólo con una conexión a la red eléctrica sino aprovechando también la energía cinética generada durante las fases de deceleración y frenada. Esto le dará una autonomía para 160km con una velocidad punta de 140km/h; disponible en 2010 en USA y Japón y en Europa en 2011-2012.
El Nissan Leaf lleva bien su nombre ya que purifica, de alguna manera, la cultura automovilística al poner al alcance de todos un vehículo cero emisiones. Si bien Nissan no dio detalles sobre sus costes dijo que estaría al alcance de todos. Si bien existe otros coches eléctricos, como el Mitsubishi i-MiEV por ejemplo, el Leaf es el primer coche diseñado para ser exclusivamente eléctrico y no para adaptarse a una carrocería existente, aunque tiene cierto parecido con el Nissan Tiida.
Las baterías se recargan mediante dos tomas de corrientes ocultas debajo del logo de Nissan en la parte frontal. Una carga al 80% puede tardar entre 25 y 30 minutos, ahora sólo cabe esperar a que se pongan en marcha las infraestructuras necesarios en nuestras carreteras para que podamos repostar sin quedar tirado por la autovía. El coste de una recarga sería de unos 3,29€, teniendo en cuenta las tarifas eléctricas actuales.
Es increíble que el ingeniero John Forth haya reparado en los residuos para crear un ladrillo que es seis veces más resistente que el concreto.
Sin dudas, se trata de un gran invento pues además de contribuir con estructuras fabricadas con material reciclado han logrado encontrar un buen cauce para este tipo de desperdicios que normalmente no se aprovechan y perjudican al medio ambiente. ¿Quieren saber algo más? Pues encima son más baratos que los tradicionales y requieren menos energía para su fabricación.
Su creador no ha colgado la toalla con este invento sino que ya se encuentra trabajando junto a Salah Zoorob de la Universidad de Nottingham en otro producto llamado Vegeblock, que no es otra cosa que un ladrillo fabricado con desechos de aceite vegetal. ¡Un aplauso para el ingeniero!
Desarrollado por la empresa Novacem, se trata de un nuevo tipo de cemento fabricado a partir de óxido de magnesio y otros minerales que sustituyen el carbonato de calcio y así es como logra emitir una menor cantidad de CO2 que el cemento tradicional durante su proceso de elaboración. Por otra parte, este nuevo cemento absorbe más CO2 a lo largo de su ciclo que vida que el emitido durante su fabricación.
Basta remitirse a los números para dar cuenta de la mejora: cada tonelada de producción emite 0,4 toneladas de CO2 mientras que a lo largo de su vida absorbe 1 tonelada de CO2. Además, hay que tener en cuenta que cada tonelada de cemento tradicional produce 0,8 toneladas de CO2.
Si bien esta compañía ha innovado con el producto, hay otras empresas que también están desarrollando nuevos modos de fabricación de cemento que son menos nocivos con el medio ambiente.
Es por eso que el diseñador San Hoon Lee ha desarrollado un dispositivo muy particular llamado Green Cycle que se ocupa de aprovechar los desperdicios. La forma de utilizarlo es verdaderamente sencilla pues sólo hay que arrojar la basura en la base del Cycle para que los residuos comiencen a descomponerse hasta transformarse en fertilizantes que ayudarán a que la planta ubicada en la parte superior del dispositivo comience a crecer.
Al mismo tiempo, el dispositivo cuenta con una luz indicadora que comienza a encenderse a medida que la planta crece. Cuando la luz toca la base del dispositivo indica que los vegetales están listos para el consumo, transformándose en deliciosos productos completamente orgánicos. Este producto puede ubicarse en cualquier sitio pues apenas ocupará un rincón.
Pero lo curioso es que a pesar de que todos sabemos del daño que provocamos al utilizar estas bolsas en apariencia inocentes seguimos utilizándolas aún cuando hay otras opciones al alcance de la mano. Si bien aún no es moneda corriente, cada vez hay más personas que optan por las bolsas ecológicas y así es como aportan su pequeño grano de arena en la defensa del planeta.
Las bolsas Cooliflower son una verdadera alternativa pues se trata de unas bolsas reutilizables fabricadas en algodón orgánico certificado. Además son doblemente ecológicas pues con su compra se colabora con el proyecto de reforestación de Ceroco2, compensando 100 kg de CO2, es decir el equivalente al consumo eléctrico de tres semanas en un hogar.
Cómodas y en varias versiones, podemos optar por estas bolsas para así contribuir con el cuidado del medio ambiente.
Si bien las cifras no son exactas, se sabe que una sola pila alcalina puede contaminar cerca de 175.000 litros de agua debido a sus componentes químicos –mercurio, zinc, níquel, cadmio, entre otros- y a la corrosión de sus carcasas.
Su efecto contaminante es tan pero tan grande que algunos fabricantes han pensado alternativas viables para reemplazar a las clásicas baterías. Primero fueron las pilas recargables que, como es obvio, evitan los desperdicios apenas se agota la batería y ahora Fuji ha presentado unas nuevas baterías ecológicas que si bien no son recargables logran una contaminación sensiblemente inferior gracias a sus componentes.
Las Fuji EnviroMAX fueron presentadas en el CES 2009 y se trata de pilas que prometen no contaminar el ambiente debido a que no contienen químicos como cadmio o mercurios así como otros metales pesados y sustancias dañinas. Incluso las carcasas de estas baterías serían verdes pues han sido fabricadas en plástico reciclable. Lo mismo sucede con el empaquetamiento, diseñado con materiales reciclables.
Además de ecológicas, estas pilas son efectivas pues prometen durar más que las alcalinas.
(Haz click para ampliar la tabla 3)
- Rápidamente degradados en el medio ambiente, y rápidamente separados del sedimento, dando como resultado: concentraciones no peligrosas para el medio ambiente, y biodisponibilidad limitada.
- Ser tóxicos sólo a los organismos a los que van dirigidos a concentraciones medioambientales.
- Producir una bioconcentración mínima.
El DCOI actúa manteniendo una ambiente de crecimiento hostil para los organismos marinos. Cuando un organismo se adhiere al casco (tratado con DCOI), la proteína en la zona de adhesión al casco, reacciona con el DCOI. Esta reacción impide el uso de estas proteínas para otros procesos metabólicos. Por consiguiente, el organismo se despega en busca de superficies más favorables para su crecimiento.
- Evitar el vertido de los materiales de desecho de poliéster .
- Aumentar el conocimiento del aspecto verde de los materiales de poléster al público .
- Reducir el consumo general de los derivados del petróleo.
- Mantener el valor químico del poliéster .
Del reactor de metanolisis, el DMT y el etilen glicol (EG), mezclados con un exceso de metanol se pasan a través de una columna de eliminación de metanol. El metanol eliminado de esta manera se recicla en el proceso. El DMT y el EG forman un azeótropo que impide su separación por destilación. Para conseguir esto, los químicos de la Dupont añaden p-toluato de metilo (MPT) en este punto del proceso Petretec. Con ello se forma un azeótrop de MPT y EG, que permite la separación del DMT de los otros dos componentes. El destilado MPT/EG forma una solución de dos capas. La superior está enriquecida con MPT y puede reciclarse en el proceso. El DMT sigue una destilación fraccionada para aumentar su pureza.
En la actualidad se siguen buscando soluciones para resolver esta crisis inminente. Las energías renovables en las que se trabaja actualmente son:
* La energía eólica que es la energía cinética o de movimiento que contiene el viento, y que se capta por medio de aerogeneradores o molinos de viento.
* La energía hidráulica, consistente en la captación de la energía potencial de los saltos de agua, y que se realiza en centrales hidroeléctricas.
* La energía mareomotriz, que se obtiene de las mareas (de forma análoga a la hidroeléctrica).
* La undimotriz, a través de la energía de las olas.
* La energía solar, recolectada de forma directa en forma de calor a alta temperatura en centrales solares de distintas tipologías, o a baja temperatura mediante paneles solares domésticos, o bien en forma de electricidad utilizando el efecto fotoeléctrico mediante paneles fotovoltaicos.
* La energía geotérmica, producida al aprovechar el calor del subsuelo en las zonas donde ello es posible.
* La biomasa, por descomposición de residuos orgánicos, o bien por su quema directa como combustible.
La discusión energía alternativa/convencional no es una mera clasificación de las fuentes de energía, sino que representa un cambio que necesariamente tendrá que producirse durante este siglo. Es importante reseñar que las energías alternativas, aun siendo renovables, también son finitas, y como cualquier otro recurso natural tendrán un límite máximo de explotación. Por tanto, incluso aunque podamos realizar la transición a estas nuevas energías de forma suave y gradual, tampoco van a permitir continuar con el modelo económico actual basado en el crecimiento perpetuo. Es por ello por lo que surge el concepto del Desarrollo sostenible.
El proceso de transesterificación consiste en combinar, el aceite (normalmente aceite vegetal) con un alcohol ligero, normalmente metanol, y deja como residuo de valor añadido propanotriol (glicerina) que puede ser aprovechada por la industria cosmética, entre otras.
Procesos industriales
En la actualidad existen diversos procesos industriales mediante los cuales se pueden obtener biodiésel. Los más importantes son los siguientes:
1. Proceso base-base, mediante el cual se utiliza como catalizador un hidróxido. Este hidróxido puede ser hidróxido de sodio (sosa cáustica) o hidróxido de potasio (potasa cáustica).
2. Proceso ácido-base. Este proceso consiste en hacer primero una esterificación ácida y luego seguir el proceso normal (base-base), se usa generalmente para aceites con alto índice de acidez.
3. Procesos supercríticos. En este proceso ya no es necesario la presencia de catalizador, simplemente se hacen a presiones elevadas en las que el aceite y el alcohol reaccionan sin necesidad de que un agente externo, como el hidróxido, actúe en la reacción.
4. Procesos enzimáticos. En la actualidad se están investigando algunas enzimas que puedan servir como aceleradores de la reacción aceite-alcohol. Este proceso no se usa en la actualidad debido a su alto coste, el cual impide que se produzca biodiésel en grandes cantidades.